Presentaríamos los retos y desafíos que tiene un área como el nuestro en un contexto cambiante como el actual. Por eso proponemos mirar los retos desde el contexto global al contexto más local, pasando por la dinámica misma institucional; es decir, por lo que ocurre al interior mismo de la Universidad Externado.

Un primer reto que se propone tiene que ver con los procesos de envejecimiento poblacional: las ciencias que comprenden los fenómenos sociales hablan de las poblaciones como unidades amorfas, pero qué pasa cuando le damos forma y cambia la unidad de análisis y nos encontramos hoy con poblaciones que envejecen, en algunas ocasiones, a ritmos acelerados. La pregunta que viene es cual es el papel de las ciencias sociales ante un fenómeno complejo como el envejecimiento poblacional.

Pero este envejecimiento no solo significa la presencia cada vez mayor de poblaciones adultas en detrimento de las poblaciones más jóvenes. Significa también y fundamentalmente un cambio en el patrón de reproducción y en el patrón de mortalidad. Con esto llamamos la atención sobre localidades del mundo entero que muestran signos importantes de crecimientos lentos que combinados con procesos migratorios están haciendo desaparecer localidades, municipalidades o regiones, lo que necesariamente conllevará a una reorganización político – administrativa. Significa entonces que el modelo de sociedad, el arraigo territorial, la cohesión social, la propiedad de la tierra, temas que están vigentes en la agenda pública y que derivan de la reorganización de las sociedades cobren una nueva relevancia en el marco de las ciencias sociales y de las decisiones públicas.

Un tercer reto tiene que ver con un mundo en movimiento, la comprensión de un fenómeno global y complejo en su estricto sentido, como lo es la migración. Tanto la migración internacional como la nacional suponen retos importantes para las ciencias sociales: comprender las dinámicas de cambio de las sociedades de salida y de llegada, comprender los procesos de garantías de derechos de los migrantes, comprender las dinámicas de transformación territorial y las reorganizaciones de hogares seguirán estando presente en nuestra agenda.

Y el último, aunque por este debiera haber empezado, está ligado a las relaciones dinámicas entre la población, sus dinámicas y sus interacciones con fenómenos tan complicados como el cambio climático. Comprender las interacciones, las retroacciones entre la base ambiental y los procesos de cambio y transformación de las poblaciones humanas ameritan un lugar y un esfuerzo permanente de reflexión.

En el plano regional, América Latina como ninguna otra región del mundo ha acelerado los procesos de asentamiento en las ciudades. Hoy más de dos terceras partes de la población de la región viven en ciudades y fenómenos como la metropolización vienen siendo crecientes con lo que conlleva enormes desequilibrios urbano – rurales, un modelo de desarrollo que centra la mirada en la ciudad como “la garante de derechos y servicios” que en ultimas es un modelo que amerita reflexiones, más aun en un contexto de pospandemia.

En el plano nacional, entendemos que las dinámicas de población deben estar acompañando la reflexión por la implementación de los acuerdos de paz. Qué posibilidades de cumplimiento de las visiones de desarrollo territorial propuestas en los PDET con la base poblacional que cuentan cada una de las regiones PDET?, que procesos de planificación pueden acompañar la materialización de la agenda de paz de los siguientes 10 años? Y cuales son los cambios en las dinámicas urbano rurales que derivan del cumplimiento de una reforma rural integral?

Como se vio son temas que no se agotan en la mirada de lo demográfico – poblacional. Esto exige entonces pensar – repensar el funcionamiento del CIDS en áreas cerradas como lo tenemos actualmente. Estos temas, que seguro compartidos por otras áreas exigen un trabajo colaborativo y una reorganización para pensar que en el dialogo entre las áreas, en el dialogo entre las posturas, paradigmas, técnicas e incluso formas de conocimiento diferentes como las que tenemos al interior de nuestra facultad y de esto que constituye el CIDS como apuesta de investigación que incida en la política pública podemos aportar a una propuesta de facultad que esté en la vanguardia de las ciencias sociales en el país y por que no en la región.