"La línea del ecuador no atraviesa por la mitad el mapamundi que aprendimos en la escuela. Hace más de medio siglo, el investigador alemán Arno Peters advirtió esto que todos habían mirado, pero nadie había visto: el rey de la geografía estaba desnudo. El mapamundi que nos enseñaron otorga dos tercios al norte y un tercio al sur. Europa es, en el mapa, más extensa que América Latina, aunque en realidad América Latina duplica la superficie de Europa. La India parece más pequeña que Escandinavia, aunque es tres veces mayor. Estados Unidos y Canadá ocupan, en el mapa, más espacio que África, y en la realidad apenas llegan a las dos terceras partes del territorio africano." Este proyecto es planteado desde dos instancias de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia: el Laboratorio Interdisciplinario de Análisis Espacial -LINAE y el Programa de Geografía. Desde la segunda fase de ejecución (año 2017), cuenta con el aval, apoyo y participación directa de la Sociedad Geográfica de Colombia. La idea general de este proyecto surge gracias a las discusiones que se fueron dando de manera sistemática a lo largo del año 2016 entre algunos profesores del Programa de Geografía, pero que podrían remontarse al año 2011 con el proyecto de investigación que en ese entonces se denominaba “Atlas”, y estaba inscrito al área de investigación en Demografía y Estudios de Población. El nombre de ese proyecto (Atlas), abrió la discusión sobre los mapas, a pesar de que no estaba orientado a la elaboración o exposición de mapas. En el año 2016, con la nueva dirección del Programa de Geografía y el nuevo equipo de profesores, se abre la posibilidad de discutir algunas ideas sobre los mapas que venían del proyecto Atlas. Del mismo modo, se plantea la necesidad que para el Programa de Geografía tiene el fortalecimiento del Laboratorio Interdisciplinario de Análisis Espacial -LINAE, y en se marco también se entra a participar con este proyecto, del Grupo Temático de Manejo de Información (Subgrupo SIG), de la Unidad de Manejo y Análisis de Información Colombia (UMAIC), de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Es en ese contexto en el que se logra formular este proyecto, que en todo caso, durante el año 2017, fue revisado y ajustado. Este proyecto busca aportar en el fortalecimiento del LINAE a través de las bases de datos cartográficas que busca construir, los catálogos de mapas y la mapoteca digital en los temas de interés para este proyecto; adicionalmente, aporta conceptualmente a la noción de análisis espacial de conflictos territoriales a través del análisis cartográfico. Desde el año 2017 este proyecto se inscribió formalmente en el Laboratorio Interdisciplinario de Análisis Espacial -LINAE, saliendo del área de investigación en Demografía y Estudios de Población, y también se rebautiza con el nombre de Cartografía digital y conflictos territoriales en Colombia. También, en el año 2017, se logra concretar la vinculación de la Sociedad Geográfica de Colombia -SGC al proyecto a través, fundamentalmente, de la vinculación de 3 estudiantes pasantes de Ingeniería Catastral de la Universidad Distrital. A continuación se delinean las ideas generales del proyecto, que, en todo caso, se van reajustando a medida que el proyecto avanza. Problema de investigaciónEl aumento en la producción, uso y difusión de la cartografía en el ámbito académico-investigativo, público y de las organizaciones sociales, están asociados, por un lado, a la utilidad de esta herramienta para recoger, sistematizar, analizar y transmitir clara y sintéticamente información espacial, y por otro lado, al supuesto de que el mapa es un documento objetivo que describe de manera neutral la dimensión física del espacio. El boom de la cartografía en las últimas décadas ha evidenciado el analfabetismo cartográfico generalizado, en términos de la imposibilidad que tiene la gente para aproximarse a un mapa y leerlo críticamente. Esta situación ha sido ventajosa para aquellos que elaboran y usan los mapas, ya que son utilizados como herramientas de seducción y convencimiento. Esta situación nos planteó la necesidad de “desmantelar” o deconstruir al mapa en términos de lo que implica su producción y su uso, a fin de aportar en un alfabetismo cartográfico que consideramos fundamental para tener una mirada más compleja de la realidad que se expresa en el espacio, y poder controvertir argumentadamente los diagnósticos, análisis o reclamos que se expresan en los mapas. A nuestro entender, los mapas son documentos que expresan la apropiación del espacio concreto: están mostrando gráficamente “qué hay” en el espacio. Pero dado que no se puede mostrar “todo lo que hay” en el espacio, lo que se muestra y lo que no se muestra ( y cómo se muestra), es una expresión de alguna lógica de apropiación espacial particular. Si se logra develear el proceso social que hay tras la elaboración de un mapa, en tanto representación de la realidad, producido por actores que toman decisiones intencionadas en el momento de construir, difundir y usar un mapa, se afina la cualificación de las personas en el análisis de los conflictos territoriales. Objetivo generalIdentificar y analizar conflictos territoriales que se presentan en determinadas zonas de Colombia, a partir del la cartografía producida por diferentes actores en los temas de Minería, Migración interna y desplazamiento, Territorios étnicos, Tierras, Conflicto, Áreas protegidas. JustificaciónLos mapas son documentos fundamentales que sirven para recolectar, sistematizar, analizar y transmitir clara y sintéticamente información espacial, y esto se constituye en un elemento central que brinda argumentos para la toma de decisiones. Pero también los mapas, son elementos claves para crear imaginarios de la realidad espacial, en tanto los mapas no son documentos totalmente objetivos, es decir que no muestran la realidad tal cual es, sino que es una representación de la realidad. Hacer un mapa implica tomar decisiones de escala, de nivel de resolución, de colores, de figuras, entre otras, que implican destacar ciertos elementos del paisaje y excluir otro, resaltar unos e invisibilizar otros. Esas decisiones aparentemente técnicas, tienen un trasfondo que es trasmitir una idea sobre cómo es el espacio. Esto implica que se pueden hacer muchos mapas diferentes sobre un mismo espacio y una misma temática. Bajo este supuesto, entendemos que hay muchos actores que hacen cartografía sobre un mismo tema (minería, tierras, territorios étnicos, reservas naturales, desplazamiento, etc.), pero a pesar de representar un mismo fenómeno en un mismo momento histórico, los mapas son diferentes y muestran cosas distintas. En este sentido la cartografía es un elemento útil no sólo para recoger, procesar, sistematizar, analizar información, sino también para construir imaginarios de la realidad espacial. Por esto, partimos del supuesto de que muchos actores producen y usan mapas, con fines diferentes, lo cual se reflejará en las características mismas de cada mapa. Si las personas que elaboran y usan los mapas tienen claridad sobre este asunto, los mapas dejan de ser aquellos documentos que revelan la realidad, y se convierten en documentos que revelan una parte o una versión de la realidad espacial. En este sentido los diagnósticos pueden ser múltiples, así como las decisiones de intervención que de ellos se deriven. Aspectos teóricosLa necesidad de plasmar el territorio surge prácticamente desde que hay sociedades organizadas. La técnica de la cartografía ha ido cambiando con el tiempo y mucho antes que existiera la tecnología avanzada que se tiene hoy en día, en la que la representación del espacio puede llegar a ser una fotografía de la realidad, las sociedades trataban de representarse a sí mismas y el lugar donde habitaban de diferentes maneras. A parte de la técnica, “…desde trazos en la arena hasta el uso de técnicas geodésicas fotogramétricas, teledetección o geoportales” (Prieto, 2016) en el transcurso del tiempo hay formas de pensar el espacio que se ha mantenido: El conocimiento del territorio es poder. (Unwin, 1995) Los chinos, los incas, los mayas, los griegos, los babilonios, las grandes y pequeñas civilizaciones se han representado en sus formas propias de representación espacial con la idea de poder. De conservarse como cultura, de preservarse ante los riesgos ajenos y de ahí que venga el polémico concepto de la geopolítica. Volviendo un poco, las diferentes sociedades han intentado mantener una espacialidad por el simple hecho de poder existir, de tener de dónde lograr esa existencia y sobrevivir. La necesidad de representarse espacialmente es una forma de identificación en el que el espacio forma identidades y pertenencias y la representación al fijar unos límites de lo que soy yo o nosotros crea un ellos y unos otros. He aquí la importancia de estudiar la disciplina cartográfica y su desarrollo en el tiempo con sus implicaciones. La cartografía como herramienta es un instrumento que da poder y restringe el conocimiento espacial según el que tenga el poder de ese territorio. Brian Harley ilustra esta situación cuando narra los sucesos posteriores a la guerra fría en la década de los noventa o en años anteriores, pero también desde los siglos XV y XVI con el despegue de la navegación y la conquista de los nuevos mundos en los que se restringía el conocimiento cartográfico para que ese otro no tuviera acceso a la información espacial que tendría repercusiones en el auge de lo que se llama desarrollo por los recursos que se pudieran encontrar en esas tierras. (Harley, 2005 pag.) Los mapas en un sentido plano y sin profundizar en el significado y más allá de lo que contengan y de la forma que lo contengan es una herramienta. Se puede ver una herramienta útil para diferentes sentidos, podemos acudir a Harley en el que el mapa tiene un sentido retórico, iconográfico, geopolítico, de intereses intrínsecos o podemos acudir a las fuentes oficiales de cómo se genera un mapa y de quién administra lo que en él se halla con Serrato o también la cartografía social del siglo XXI, que plantea una crítica a la forma histórica de utilizar los mapas y la forma de realizar el contenido cartográfico es radicalmente diferente. Sin embargo, para el mismo Harley se puede hacer una analogía con el lenguaje y la cartografía. Siendo ambos una forma de comunicarse y, donde la segunda, es una unidad de análisis. “Defino la cartografía como un organismo de conocimiento teórico y práctico que emplean los cartógrafos para construir mapas como un modo determinado de representación visual” (Harley, 2005, pág. 189) El estudio histórico de la cartografía cobra importancia puesto que para muchos analistas de la cartografía como Harley e Irma Beatriz García Rojas lo mapas son un constructo social “que registran trayectorias y representaciones del tiempo en el espacio” (García, 2008) El mapa o el documento cartográfico tiene un contexto del porqué y el para qué fue creado en un contexto del poder-saber. (García, 2008) En un mapa para Harley y García es un ejercicio cartográfico, pero también iconográfico, sobre todo en siglos anteriores al XX ya que en la cartografía primaban los colores, los tamaños y en el ámbito del ejercicio cartográfico se encuentran las escalas, proyecciones y símbolos. “Mapas, planos y atlas, son complejas construcciones sociales que posibilitan los conocimientos político-cultural de las sociedades, individuos e instituciones que los elaboran.” (García, 2008, pág. 11). Desde el campo de la ingeniería catastral la cartografía se define como “una ciencia y un arte que estudia los distintos sistemas o métodos para representar sobre un plano una parte o la totalidad de la superficie terrestre (Santamaría Peña, 2011). Se reconoce que al representar la superficie terrestre en un plano se pueden producir deformaciones, por lo tanto, estas deben ser conocidas y se deben mantener sobre ciertos límites o condiciones, que que dependen de las características que se le pidan en cada caso a la representación” (Acosta, 2017). Por su parte, el mapa se define como “la representación gráfica de una porción de la superficie terrestre, a una escala reducida, que muestra solo algunos rasgos de la realidad, el cual también se puede considerar como el instrumento o documento diseñado para el registro, cálculo, exposición, análisis y, en general, la comprensión de los hechos geográficos y de sus relaciones espaciales, cuya función es representar visualmente una imagen (Fallas, 2003)” (Acosta, 2017). Desde el campo de la cartografía social, se ha planteado que “Los mapas producidos desde la experticia disciplinar, sin participacion del conocimiento local, son legatarios de las colonialidades de poder y del saber y han sido instrumentos fundamentales de dominación y control que desconocen la diversidad de saberes territoriales coexistentes en la cotidianidad de un lugar específico” (Arango, Sanchez, & Mesa, 2014) Esta breve exposición de ideas es una muestra de la complejidad que encierran los mapas y en este sentido, la necesidad de develarlos. Aspectos MetodológicosEl proyecto está planteado a cinco años (2016-2020). Cada año corresponde a una fase y cada fase tiene un objetivo general y unos específicos. El logro de los objetivos que se proponen depende de las condiciones institucionales en las que se enmarca el proyecto y fundamentalmente del equipo de trabajo con el que se cuenta. Hay una coordinadora general del proyecto, la profesora Laura Rincón, quien ha formulado y escrito el proyecto, con el aporte en ideas, de algunos profesores del Programa de Geografía. Sin embargo es importante que el equipo de trabajo se amplié y se consolide a medida que se avance en las fases. La primera fase del proyecto (año 2016) se desarrolla entre el Área de Demografía y Estudios de Población, el Programa de Geografía y el Laboratorio Interdisciplinar de Análisis Espacial – LINAE, con el apoyo de un pasante de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. En la segunda fase del proyecto (2017), la adscripción institucional del proyecto está en el Laboratorio Interdisciplinar de Análisis Espacial – LINAE, con el apoyo del Programa de Geografía. A partir de la segunda fase y las posteriores (2017-2020) se articula al proyecto la Sociedad Geográfica de Colombia. Esto significa que los productos resultantes de estas fases serán compartidos entre las dos instituciones y no podrán ser difundidos de manera individual, sin acordar con la otra parte. Se espera que en la fase V del proyecto (2020), se puedan articular al proyeccto investigaciones de tesis de los estudiantes del pregrado de geografía. Cada fase plantea técnicas y prodecmientos diferentes que se especifican en las fichas técnicas correspondientes a cada fase del proyecto (archivos disponibles). En términos generales, se indican algunas de las más generales:
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1/ Página 51 del Acuerdo de Paz del 24 de noviembre de 2016. Disponible en https://www.mesadeconversaciones.com.co/.